The Devil Wears Prada - El Diablo Viste de Moda


Diversión de alta costura

El staff de la revista Runway es tan elegante como un par de lentes Gucci. Confiados, atractivos, sólo le temen a una persona; su jefa, Miranda Priestly (Meryl Streep).

Una version fashionista de Cruella de Vil, Miranda es aterradora, despiadada y exigente, cualidades que la han hecho la mujer más poderosa y respetada de su industria. Es la Matriarca de la moda, no sigue tendencias, ella las crea.

En este escenario aterriza la ingenua Andy Sachs (Anne Hathaway). Con Miranda espantando a sus asistentes, se abre una vacante para el trabajo que "un millón de chicas mataría por tener". Pero Andy no es parte del millón, y desconoce tanto a Miranda como a su reputación. Una característica más que suficiente para que esta última se decida a contratarla.

Andy asume su rol como segunda asistente de Miranda y aprende rápidamente porque su supervisora cambia de asistentes como cambia de carteras. También aprende lo necesario para sobrevivir en el voraz mundo de la Alta Costura, desplazando su vida presonal a un segundo plano y transformando su imagen a la de una fashionista.

Basada en el libro de Lauren Weisberg, la cinta echa una mirada cínica al mundo de la moda. La brillante Meryl Streep se pierde en el rol de la satánica Miranda, con sus miradas heladas y su repertorio de cinismos. Pero también le da un toque humano, mostrándonos pequeños pasajes de la mujer detrás del vestuario de diseñador.

Y es ese el verdadero mensaje escondido en el corazón de Prada: el mundo corporativo y profesional, implica entregar una tajada mayor cuando se trata de las mujeres en comparación con los hombres. Es una verdad universal, injusta y enervante. Y una que pudo haber sido mejor explotada en El Diablo Viste de Moda.

Comentarios