Austin Powers: The Spy Who Shagged Me - El Espía Seductor

Publicada en 1999.


Mojo de sobra



El hombre internacional del misterio regresó. Austin Powers está de vuelta con una secuela titulada El Espía Seductor.

En medio de su luna de miel, nuestro espía recibe una sorpresa explosiva que lo regresa a la soltería. Decepcionado pero no derrotado, Austin se entera que su némesis, el Dr. Evil, ha regresado con un nuevo plan para aniquilarlo y ser el amo supremo del universo.

El Dr. Evil ha desarrollado una máquina del tiempo que lo lleva a 1969, cuando Austin estaba congelado criogénicamente, y ahí le roba su "mojo".

En 1999 Austin se percata que ha perdido su encanto y con la ayuda de la Inteligencia Británica, viaja al pasado con el objetivo de recuperar su "mojo". En la Inglaterra psicodélica de los 60, una hermosa agente llamada Felicity Shagwell lo ayudará a combatir a sus enemigos mientras trata de ganarse el corazón del espía seductor. 

Eso es todo en cuanto a historia, si es que hay alguna. Austin Powers es  absurda, retahila de chistes crueles, parodias de otras películas, sketches sexuales de doble y triple sentido, burlas descaradas a ciertos íconos de la cultura. En un momento de la cinta vemos a Austin decirnos que no tratemos de entender qué diablos pasa. Simplemente sigámosle la corriente.

Quizás es un disparate, pero las carcajadas en la sala de cine eran apoteósicas. Risas a todo pulmón, así como rugidos de repulsión se oyeron durante la proyección. Quien haya disfrutado la primera vez de Austin Powers, debe verlo en esta cinta. Es más grotesco, más audaz.

El secreto es Mike Myers, quien nos puede hacer reir con una simple ceja alzada, una risa juguetona o su dedo meñique posado al lado de su boca. El gesto perfecto en el momento perfecto. Es un comediante con espíritu contagioso, su coqueteo con la pantalla nos invita a relajarnos, reirnos a carcajadas sin contenernos, disfrutar el ser tontos sin que nos importe. A él, le sobra el mojo.

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