Publicada en 1998.
Colores que despiertan el alma
Luego de un "impasse" romántico con su novia a orillas del lago, Skip regresa a su casa y nota en el jardín una rosa roja que se mueve con el viento. Lo que hace tan inusual este evento común es que la rosa es el único destello de color dentro del mundo monocromático de Pleasantville.
En su debut como director, Gary Ross narra una fábula creativa, esta vez la de dos hermanos atrapados dentro de un programa de televisión de los años 50.
David (Tobey Maguire) y su hermana Jennifer (Resse Witherspoon) son transportados a un pueblo perfecto con clima agradable y donde el mayor reto de los bomberos es bajar gatos de los árboles. De un mundo a colores pasan a otro en blanco y negro, donde conocen a sus nuevos padres y amigos. Pronto los dos jóvenes se dan cuenta que la falta de color no es la única diferencia que tiene Pleasantville.
Este es un mundo idealizado sin sexo ni violencia, un lugar donde los jugadores de basketball siempre encestan las pelotas, los padres duermen en camas separadas, no existe el fuego ni la lluvia y el termómetro siempre marca 23 grados.
Pero como David y Jennifer descubren, tanta "perfección" también es sinónimo de aburrimiento, de conformidad, de poca imaginación.
Juntos, los dos hermanos se encargan de esparcir rebelión y dar algo de color al pueblo. No pasa mucho tiempo sin que algunos ciudadanos de Pleasantville encuentren atractivos estos cambios y los abracen con pasión. Los labios se tornan rojos, las mejillas rosa, el sexo se convierte en la gran sensación.
Pero para otros, el color se convierte en amenaza. Los monocromáticos comienzan a desconfiar de quienes se ven a colores. Así, el prejuicio y la discriminación forman parte ahora de Pleasantville.
Este filme juega con nuestra comprensión de las reglas que siguen algunos programas de televisión, donde abundan planteamientos sobre la "vida perfecta" y "todo tiempo pasado fue mejor".
Pleasantville tambien funciona como una metáfora sobre la elección de vivir en una conformidad segura pero desesperanzadora o disfrutar los placeres que vienen con la libre voluntad de ser y pensar. Y en la libre voluntad nacen los verdaderos sentimientos y emociones. En tener esa posibilidad para escoger, para equivocarse y volver a empezar, en la esperanza que eso implica, yace el mensaje mas importante de esta hermosa cinta.
Pleasantville tambien funciona como una metáfora sobre la elección de vivir en una conformidad segura pero desesperanzadora o disfrutar los placeres que vienen con la libre voluntad de ser y pensar. Y en la libre voluntad nacen los verdaderos sentimientos y emociones. En tener esa posibilidad para escoger, para equivocarse y volver a empezar, en la esperanza que eso implica, yace el mensaje mas importante de esta hermosa cinta.
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