Publicada en el 2002 con motivo de su 20 Aniversario.
20 años. ¿Es posible que hayan pasado sólo 20 años desde que estrenaron E.T.? El recuerdo de haberla visto por primera vez en el cine está tan vivo como si hubiera sucedido ayer. Y sin embargo, el tiempo ha pasado, las cosas han cambiado, pero lo que sigue intacta es mi opinión sobre E.T.
Llamando a casa
20 años. ¿Es posible que hayan pasado sólo 20 años desde que estrenaron E.T.? El recuerdo de haberla visto por primera vez en el cine está tan vivo como si hubiera sucedido ayer. Y sin embargo, el tiempo ha pasado, las cosas han cambiado, pero lo que sigue intacta es mi opinión sobre E.T.
Y simplemente opino que es una película maravillosa.
Dos décadas después de su debut, el clásico infantil del director Steven Spielberg regresa a las pantallas con una historia donde la amistad, el cariño, la amabilidad y el amor lo conquistan todo.
Para quien no recuerde o no conozca la trama, E.T. cuenta las aventuras de una criatura de otro planeta que por equivocación es dejada en la Tierra, y hace amistad con un niño solitario de 10 años llamado Elliot (Henry Thomas). Desde la primera vez que E.T. y Elliot se conocen, nos percatamos que este ser no sólo es perceptivo, sino también inteligente y sensible.
La cinta narra las experiencias de E.T. descubriendo el mundo de los humanos y su estilo de vida, mientras unos misteriosos hombres están tras su pista y la criatura trata de establecer contacto con su nave para que lo lleven de regreso a casa.
Narrada desde la perspectiva de un niño, nos daremos cuenta como todos los adultos del film, con excepción de la mamá de Elliot, son personajes en el mejor estilo de una caricatura de Charlie Brown, sin rostros, y aparecen únicamente como una sombra amenazadora en el inocente mundo infantil. Así instintivamente, nos identificamos con E.T. y Elliot y percibimos a los adultos como "los malos de la película".
Llena de candor, humor y esperanza, E.T. es un film de esos que nos hace sentir bien. Es nostálgico y evocador, pleno de momentos inolvidables. La dirección es impecable, la música conmovedora. Hace 20 años me impactó cuando era una niña, la adoré profundamente y la sigo adorando.
Pensé que solo se trataba de ver una película infantil y recordarme de momentos como cuando las bicicletas vuelan o cuando E.T. cura a Elliot con su dedo iluminado. Nunca creí que lloraría de nuevo si volvía a ver E.T.
Vaya que estaba equivocada.
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Mari