Charming
Ella canta, baila, cose sus propios vestidos, se trepa a los árboles con facilidad y habla con los animales. Ella es Giselle, la nueva princesa de la más reciente película de Disney, Encantada.
Es una historia muy divertida, con un guión que muestra a un estudio Disney moderno y dispuesto a burlarse de sí mismo.
En un mundo animado bidimensional, la hermosa Giselle sueña con su príncipe azul y el primer beso de amor. Giselle conoce al príncipe Edward, quien la conquista en menos de 20 minutos y planifica con ella una boda para el día siguiente.
Pero el obstáculo inevitable se materializa en forma de la malvada madrastra de Edward, quien temerosa de ser despojada de su trono, envía a Giselle a un destino inimaginable, el mundo real. Es aquí donde Giselle conoce a Robert, un padre divorciado con una niña que ayuda a la desamparada chica mientras ambos aprenden el uno del otro lo que significa el amor verdadero y la importancia de tener sueños.
Amy Adams es perfecta en su rol de la burbujeante y feliz Giselle. La mezcla de animación y mundo real funciona maravillosamente pues la ciudad de New York se presta para graciosas referencias de personajes perdidos en esta jungla urbana. Las secuencias satíricas de los personajes del mundo animado tratando de lidiar con las “excentricidades” de nuestro mundo cínico y serio son para morirse de la risa.
Encantada además nos presenta elaborados números musicales y una estética visual rica que le brindan una estela mágica y la coloca entre las mejores producidas por la casa del ratón, al menos en los últimos años.
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