La Vida Es Bella

Publicada en 1999.


El sabio (o tonto) que descubrió que la vida es bella

La vida tiene momentos maravillosos.

Pero, ¿qué sucede cuando la tragedia toca nuestra puerta y se queda sin invitación? ¿Hace su presencia disminuir nuestro anhelo y esperanza de recuperar aquello que una vez nos hizo sentir tan plenos y felices? La respuesta del realizador italiano Roberto Benigni no podría ser más entusiasta y abrumadora en su premiada cinta, La Vida es Bella.

Vivir tu existencia a plenitud, aprovechando todas las oportunidades, permitiendo al corazón ser el guía, y no pensar que los sueños son sólo ideas tontas; ignorar el mal que yace en el alma de otras personas y buscar en cada detalle ese toque de magia que nos hace darnos cuenta lo afortunados que somos. ¿Podría todo esto ser verdad? 

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, el destino de algunas vidas está a punto de cambiar con la llegada al pueblo toscano de Arrezzo de Guido y su amigo Ferruccio. Guido (Benigni) es un hombre jovial, con la inocencia de un niño y lleno de sueños. Poseer una librería y conquistar el corazón de una joven maestra lo hacen vivir situaciones tan disparatadas y graciosas, que harían pensar al más serio de los hombres: "es absurdo, no hay manera de lograrlo".


Pero lo logra.

Con el paso del tiempo, no sólo Guido es dueño de su librería, también se casa con su amada Dora, y tienen un pequeño, Giosué. Y el cuento de hadas se ve amenazado por la presencia de tropas militares anti-semitas. Lo inevitable ocurre: meses antes de finalizar la guerra, él y su familia son enviados a un campo de concentración.

Enfrentar esta prueba no derrumba el espíritu infatigable de Guido.

Desde las situaciones más ridículas y tontas, hasta las más dolorosas, esta cinta se las arregla para mantener un tono optimista. La habilidad del humor para hacernos olvidar lo peor, la capacidad de imaginar una historia que proteja a un ser amado, son terrenos explorados en La Vida es Bella.

Esta es una cinta para meditar que quizás los momentos duros sacan a flote las mejores cualidades de las personas que los viven, haciéndolos percatarse de fortalezas ocultas o ignoradas. O tal vez los pueden desmoronar y dejarlos sin un singular motivo para retomar sus vidas.

Quizas se trate de negación o una demostración inusual y admirable de fortaleza. Simplemente pienso que la vida es bella, y también lo es esta película.

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