Publicada en 1999.
Doble emboscada
La Emboscada parece ser el título indicado para este largometraje, no sólo por la historia que promete entregar, sino porque el espectador sentirá que es víctima de una estratagema armada por sus productores.
Lamentablemente, no hay nada en esta cinta que tenga sentido: no lo tiene su historia, mucho menos los personajes. Sean Connery es Mac, un veterano ladrón que al parecer nunca ha sido arrestado. Catherine Zeta-Jones es Virginia "Gin" Baker, la investigadora de una compañía de seguros que quiere atraparlo y que incluso se le uniría para lograrlo. De robo en robo ambos se vigilarán, sospechando cuándo será el momento de la traición.
No hay ninguna razón para que Mac y Gin tengan que robar. No hay naciones en peligro al borde de una guerra, ningún ideal al estilo Robin Hood. La omisión de un motivo de peso es una falla inmensa del guión. ¿Cómo es posible en una cinta donde los protagonistas son ladrones que los mismos no tengan un motivo para llevar a cabo sus fechorías?
El director Jon Amiel, cuyos trabajos previos incluyen Copycat y Sommersby, aunque le da al filme un estilo y sofisticación aceptables -ayudado por la presencia de Connery y Zeta-Jones-, no se preocupa lo suficiente en desarrollar la relacion entre sus protagonistas. Tan a la deriva son dejados que para el final de la película no nos interesa saber cuál será su destino. Lo único importante será huir de la sala de cine rápidamente antes de que se mueran todas nuestras neuronas.
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