Publicada en el 2000.
El oscuro ingenio del jinete Burton
En medio de la bruma escuchamos el galopar de su caballo, a paso veloz, hasta que la neblina se disipa y vemos una figura impresionante, su presencia irradia pura maldad, su brazo está listo para rebanar otra cabeza.
Tim Burton regresó a lo grande.
Gótica, vistosa, La Leyenda de El Jinete Sin Cabeza nos muestra la visión de este extravagante director sobre el cuento de Washington Irving. He aquí un melodrama tormentoso sobre la querella eterna entre intelecto y emoción, pragmatismo y misticismo, ciencia y superstición.
El esbelto alguacil Ichabod Crane defiende la ciencia sobre todas las cosas. Sus controversiales estallidos de ideas lo llevan a investigar una ola de asesinatos en el pueblo de Sleepy Hollow. Cuatro personas han sido decapitadas y la comunidad local piensa que todo es obra del jinete sin cabeza, feroz mercenario de la guerra que se ha levantado de su tumba para cobrar su venganza.
Ichabod tratará de racionalizar los hechos -mientras lucha por resistirse a los encantos de Katrina Van Tassel- sólo para llegar a la conclusión de que en efecto, no hay explicación lógica para los asesinatos.
La Leyenda... presenta a un villano demoníaco que aterroriza un poblado al ejecutar a sus habitantes, a un héroe pálido cabalgando a través de árboles esqueléticos para rescatar a la damisela en peligro. Que el héroe esté más en peligro que la damisela es una de las gracias de este filme.
Como Ichabod Crane, Johnny Depp -en su tercera colaboración con Burton- es una mezcla exquisita de neurosis, extravagancias, manías e idiosincrasias. Es la antítesis del héroe clásico, un cobarde con mente brillante pero poca experiencia práctica en cómo derrotar a un malvado fantasma.
Junto a Depp, un reparto de excelentes actores se unen a Burton en la recreación de su historia. Christina Ricci como la no tan ingenua damisela, Miranda Richardson como la madrastra perversa, Mark Pickering como el niño sombra de Ichabod, y Christopher Walken como el siniestro jinete, además de un breve cameo de Martin Landau.
La Leyenda...logra recrear un mundo de fantasía gracias a las habilidades de quienes reprodujeron una villa del siglo dieciocho tan real que bien podría ser el portal del infierno. También nos ratifica que Tim Burton cabalga en el lado oscuro de la creatividad, escuchando sus voces internas.
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