Publicada en el 2001.
No se lo digas a nadie
El tiene una vida perfecta: Nathan Conrad es un psiquiatra exitoso con una esposa atractiva, una hija dulce y una vida cómoda en la exclusiva zona oeste de New York.
Pero en la víspera del día de acción de gracias todo cambia cuando su pequeña es secuestrada por unos criminales que tienen una sola demanda para el doctor: que extraiga de la mente de una de sus pacientes un número, cuyos dígitos son la clave para recuperar una piedra preciosa con un valor de 10 millones de dólares.
El problema es que Elisabeth está casi catatónica y luego de experimentar una vida llena de traumas, se rehusa a revelar la codiciada cifra.
La desesperación por recuperar a su hijita llevan a Conrad y Elisabeth en una carrera contra el tiempo, en la más reciente cinta de Fox, Ni Una Palabra.
Protagonizada por Michael Douglas y Brittany Murphy, este es un thriller cuya trama se va armando en pantalla como un complicado rompezabezas. Lleno de tensión, la historia lleva un ritmo que trasmite el desesperante estado emocional de Conrad.
Sin embargo, no conviene analizar detalladamente la trama, pues mucho escrutinio dejará al descubierto algunos cabos sueltos.
Douglas se desliza con facilidad en el papel de Conrad. Siempre carismático, lleva en sus hombros la carga del filme. Brttany Murphy (Girl Interruped, Clueless) sobresale como la atormentada Elisabeth y es su empática relación con Conrad la clave para el desarrollo de la trama.
De la cual no diré ni una palabra más.
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