No existe nada bonito en la vida de Clarieece Jones: con 16 años, "Preciosa" es una adolescente retraída, obesa, con problemas de aprendizaje, embarazada por segunda vez y convencida de que su vida no vale un céntimo, producto de ser víctima de años de maltrato.
Su madre la desprecia, la humilla y la explota. Su padre no está pero ha dejado una huella traumática en su vida. Sus compañeros de clase la ignoran y los demás se burlan de ella.
Cuando Preciosa se ve en el espejo, ve una joven rubia, esbelta, famosa y querida por miles. Se ve actriz de cine, modelo, cantante de rock, todo lo que ella cree desear.
Pero Preciosa no tiene idea de quién puede llegar a ser. Y de eso se trata esta historia, de su lento despertar y el descubrimiento que existe una salida.
Preciosa es el tipo de películas que no le gusta ver a muchas personas (incluyéndome). Es deprimente, cruda y devastadora. Pero el director Lee Daniels balancea la dura realidad de Preciosa con sus fantasías alocadas hasta mostrarnos su transformación. Apoyado por la fantástica actuación de Gabby Sidibe y la no menos magistral Mo'Nique, Daniels hace de Preciosa una experiencia que sirve como reflexión para admitir que los pequeños logros personales pueden darnos el empujón necesario para seguir adelante con una perspectiva de la vida más optimista.
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