En las calles destruidas de Bagdad, un hombre camina lentamente dentro de un traje que parece espacial. Respira y da otro paso, calculando cada movimiento, mientras otros dos lo observan paralizados. El hombre busca una bomba para desactivarla, mientras observa a su alrededor las miradas poco amigables de los locales.
Jeremy Renner, Anthony Mackie, y Brian Geraghty protagonizan The Hurt Locker, una película sobre un escuadrón que tiene que lidiar diariamente con la amenaza latente de la muerte y la tensión que se desarrolla entre ellos mismos. Cuando lo leo así, suena tan simple.
La película de la directora Kathryn Bigelow es escalofriante. No es la gran épica historia de guerra (Rescatando al Soldado Ryan) o la historia de aquellos que regresan con heridas emocionales a casa (Jarhead). Es el día a día de unos soldados que deben ir en busca de bombas para desarmarlas o explotarlas sin que haya bajas humanas, con el valor agregado de que en el intento, el artefacto explote y tú con el. Ir a la zona de miedo. Lo importante es mantenerse vivo un día más.
El guión escrito por Mark Boal presenta una y otra vez múltiples ocasiones para que el escuadrón confronte sus peores temores mientras su cordura va siendo aplastada por las atrocidades de la guerra. Nos enseña cuán distantes y fríos estos soldados se han convertido al verse obligados a habitar este mundo de brutalidad y a la vez nos muestra que todavía existen horrores capaces de sorprenderlos.
Zona de Miedo es un filme lleno de suspenso y drama, que no manipula pero nos impacta y nos estremece. Porque no existe nada más traumático que vivir en la zozobra de saber si hoy será tu último día.
Cita de apertura, de Chris Hedges
"The rush of battle is often a potent and lethal addiction, for war is a drug".
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