Dos alguaciles viajan una mañana nublada a bordo de un ferry. Uno de ellos sufre de mareos. La mirada del otro se pierde en la bruma y de pronto aparece, amenazante, una isla. La música ayuda a establecer el "mood", y desde el principio sabemos que este destino encierra algo terrible.
Así se inicia la nueva cinta del director Martin Scorsese, titulada apropiadamente La Isla Siniestra, una suerte de thriller psicológico que parece más una película de Hitchcock que una historia policial. Y vaya que no es la última.
Adaptación de una novela de Dennis Lehane, La Isla Siniestra explora temas que abarcan desde la realidad y sus límites, la locura y la paranoia, hasta la culpa y la redención. La cinta se desarrolla como un sueño borroso que se torna una pesadilla aterradora, antes de despertarnos a una realidad pavorosa y cruel.
Hablar de la trama sería vender muchos de sus secretos, por lo que me eximiré de ello. Lo que sí puedo decir es que Scorsese, valiéndose de los recursos cinematográficos más manipuladores nos hace partícipes de un misterio que está más en la cabeza de su protagonista, Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio), que en el instituto mental donde se desarrolla la película. Este último es sólo un señuelo.
Los elementos claves para descifrar el misterio son presentados desde el inicio con estilo y mucha premeditación. Quizás es cierto que en su último bloque, para el espectador está más que claro lo que sucede. Pero en La Isla Siniestra, no se trata de que nosotros descubramos los secretos, lo importante es quién los está descubriendo (Daniels), y lo que significarán para él tales revelaciones.
Así se inicia la nueva cinta del director Martin Scorsese, titulada apropiadamente La Isla Siniestra, una suerte de thriller psicológico que parece más una película de Hitchcock que una historia policial. Y vaya que no es la última.
Adaptación de una novela de Dennis Lehane, La Isla Siniestra explora temas que abarcan desde la realidad y sus límites, la locura y la paranoia, hasta la culpa y la redención. La cinta se desarrolla como un sueño borroso que se torna una pesadilla aterradora, antes de despertarnos a una realidad pavorosa y cruel.
Hablar de la trama sería vender muchos de sus secretos, por lo que me eximiré de ello. Lo que sí puedo decir es que Scorsese, valiéndose de los recursos cinematográficos más manipuladores nos hace partícipes de un misterio que está más en la cabeza de su protagonista, Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio), que en el instituto mental donde se desarrolla la película. Este último es sólo un señuelo.
Los elementos claves para descifrar el misterio son presentados desde el inicio con estilo y mucha premeditación. Quizás es cierto que en su último bloque, para el espectador está más que claro lo que sucede. Pero en La Isla Siniestra, no se trata de que nosotros descubramos los secretos, lo importante es quién los está descubriendo (Daniels), y lo que significarán para él tales revelaciones.
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