Surrealista
como Dalí, apasionado como Hemingway, alocado como Zelda Fitzgerald,
embriagante como Cole Porter. Woody Allen los engloba a todos (y a muchos más)
en su creación más fresca y burbujeante, Medianoche en París.
Ambientada
en la ciudad de la luz, cuna y hogar de grandes artistas y pensadores, Medianoche en París
es una fantasía encantadora que nos hace viajar a la Era Dorada, evocando esa
desgastada frase "todo tiempo pasado fue mejor" y nos da una merecida
pero sutil lección sobre el por qué no debemos aferrarnos a semejantes premisas.
Para Gil
Pender (Owen Wilson) es toda una aventura. El escritor -exitoso pero
insatisfecho con su trabajo- se encuentra de vacaciones en París con su
prometida Inez (Rachel McAdams). La cultura, la historia y la belleza que lo
rodea parecen infectar a nuestro protagonista, hasta transportarlo en las
noches al París de la década de los 20, donde conoce y se relaciona con sus
ídolos artísticos. La chispa creativa se enciende. Gil se mueve entre la
fantasía y la realidad, mientras progresivamente descubre ciertas cosas sobre
sí mismo y su trabajo y como suele suceder, debe tomar decisiones que afectarán
el rumbo de su historia.
Wilson se
luce como el escritor inseguro y digamos que hasta ingenuo, con ecos lejanos a
esas personalidades que Woody Allen ha retratado a lo largo de su carrera,
aunque con un toque más sincero, tierno y romántico. La falta de cinismo hace
de Gil un personaje adorable y por ello somos capaces de aupar su
escape de la realidad sin ningún cuestionamiento.
La ciudad
del amor jamás se vio tan deslumbrante. Allen captura cada uno de sus ángulos,
sus cambios de estaciones, de clima, temperamentales como los sentimientos
humanos. Porter canta a lo lejos Let's Do It, Let's Fall In Love y uno no
puede sino sucumbir a su voz y a esta infecciosa, dulce, ilógica, divertida,
romántica invitación que Allen nos hace a perdernos entre los callejones que
han albergado a tantos seres atormentados, amantes, neuróticos, insatisfechos,
inseguros, eternamente enamorados.
Comentarios
Y me parece que Wilson hace una estupenda imitación de Woody!
Linda peli. Me devolvió la fe.