Confrontar la adversidad le da al ser humano una nueva perspectiva. Para muestra está el protagonista de 127 Horas (James Franco). Un experto escalador, un deportista nato que vive la emoción y la adrenalina de brincar de un risco a otro, montar bicicleta volando por el aire o lanzarse de clavado a los pozos subterráneos de las montañas que tanto ama, él está ciertamente preparado mejor que nadie para la prueba que la vida le lanza. 127 horas aislado del mundo, consciente de que si no toma medidas extremas su destino est
La propuesta cinematográfica del director Danny Boyle no ofrece nada nuevo en 127 Horas. Es un collage de sus trabajos pasados, un poco de Trainspotting, algo de The Beach, otro de Slumdog Millionaire. Es una mirada complaciente, entretenida y electrizante llena de momentos, alucinaciones y segmentos dignos de un video musical. El logro de 127 Horas es permitir que por 94 minutos, el espectador esté interesado en conocer el desenlace de Ralston, y para mí eso tuvo más que ver con la interpretación de James Franco que con la fotografía, la música, el guión y la dirección, elementos
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